Luego viene el descenso para acercarnos al universo secreto del valle boscoso en el que fluye el Bromme, que asomamos desde un balcón.
Eso sí, seguirá siendo necesario dar unas cuantas pedaladas para recuperar un poco de altura pero tampoco nada insuperable.
¡Panorámicas y placer estarán en la cita de este itinerario bien equilibrado!